Marcos Lozano Merchan, pintor y escultor
Resurgiendo el siglo de oro actual
Nace en Madrid en 1990. Completó su formación artística en la Universidad Complutense de Madrid. Practica la pintura y la escultura.
Su pintura bebe de la tradición del Siglo de Oro Español y reconecta con la pintura y la escultura figurativas y el género de la pintura de historia.
He realizado un recorrido por la obra de Marcos Lozano, en Casa de Vacas en el Parque del Retiro, he comprobado que maneja muy bien el dibujo, el color, los empastes, las veladuras, como introducir elementos nuevos en sus obras. Todo esto se puede comprobar en la magnífica exposición, donde pueden apreciar los cuadros a gran tamaño, así como sus dibujos, estará hasta el 23 de Junio, no se la pierdan.
Marcos con 33 años, ya ha expuesto en Madrid, Barcelona, París, Milán y Bérgamo.
Hoy vive y trabaja en el sur de Francia. Manifiesta que de lo más que ha aprendido es del silencio y del asombro. El amor del silencia viene de su padre y el asombro hacia la belleza viene de su madre.
Se siente muy orgulloso de sus profesores el de escultura Tomás Bañuelos Ramón (catedrático de escultura), Victor Hugo Chacón Ferray (artista argentino, catedrático de pintura) y José Sánchez Carralero López (catedrático de pintura).
Pero en general terminó su formación Universitaria decepcionado por la falta de nivel técnico e intelectual.
Dentro de sus artistas preferidos no podía faltar Velázquez, considera el siglo de oro español como uno de los cambios de pensamiento.
La exposición en Casa de Vacas cuenta con 39 obras, pintadas entre el 2018 y 2023 y una escultura. Estas pinturas de distintos tamaños, remiten al mundo del mito en su sentido más amplio. Retratos, autorretratos, alegorías, bodegones, figuras prométicas o suavemente femeninas, obligan al espectador a escrudiñar su arte como fragmentos de la vida, pero también del abundante pensamiento del artista nacidos de los recuerdos, lecturas de filósofos, poetas, místicos y biólogos.
Para Marcos Lozano, la obra nos permite expresar la tensión del hombre situado a la vez dentro y fuera del mundo.
Su propósito es revelar la tragedia de la vida que resulta de esta tensión,. el artista español se define como un realista que quiere afrontar la vida tal y como es. El arte, sin embargo, refleja lo que aún no está presente.
Sus lienzos están habitados por la carne y la oscuridad de los pintores españoles del siglo de oro. Las figuras emergen de un fondo negro o opaco como si generan luz propia, o mejor dicho, reflejan una luz cuya fuente se desconoce. La misma dureza de la oscuridad se encuentra en la pintura de Diego Velázquez (1559-1660), modelo insuperable para Marcos Lorenzo.
En realidad, carezco de estilo definido diría yo. Los estilos deben formarse mimetizando la naturaleza, es decir, van creciendo y madurando. Yo soy muy joven aun para dar una respuesta firme.
Pinto por dos razones, por vocación y para los demás. Sin embargo, al pintar, soy incapaz de hacer muchas reflexiones de tipo comunicativo-psicológico. Más bien, utilizo toda mi inteligencia y mis fuerzas para solucionar los problemas que se van planteando a lo largo del proceso creativo. Si eso sale bien, el espectador siempre es interpelado.
No, quiero poner encima de la mesa lo eterno que hay en el Hombre.
Eso fue lo que dijo San Agustín, una de las mentes mas prodigiosas de la historia. En realidad, la Belleza nos envuelve, pero el ser humano la conserva con una dignidad superior a los demás seres, debido a su libertad.
No pienso mucho, soy un trabajador, no un intelectual. Así, enfrento las obras como un obrero. Eso sí, dibujo mucho antes de empezar, después, a pelo, voy al toro.
Yo hago pintura contemporánea, con todo lo que ello implica. Ser contemporáneo, significa pertenecer a una cultura, a una tradición y a una historia. De la misma manera que nadie puede ser un buen músico sin estudiar a Bach, nadie puede pretender hacer un retrato sin enfrentarse a Velázquez.
Como siempre le digo a mi mujer, soy un torero frustrado. Los toreros son toreros mientras comen, al jugar o en el retrete. Yo quiero ser como ellos.
Soy un amante de las barreras y los límites. Los limites permiten a los cuadros ser, a las personas poseer un hogar y a los hombres amarse para toda la vida.
Si por imperfección entendemos aquello que aun no siendo perfecto es bello, estoy de acuerdo. Pero vivimos en una sociedad que desprecia en cierta medida la belleza y la perfección, como si estos fuesen ofensivos para aquellos que no lo alcanzan. Yo me pongo la meta en la perfección, lo que no significa que llegue.
No. Pero creo que no fuimos creados para esta vida, entonces paciencia.
Pues en Julio estaré en la London Art Week, con la galería Moretti, presento doce cuadros para el Bicentenario de la National Gallery.
Preparo también un monumento escultórico y ya estoy pergeñando la próxima serie de obras, unas 30.
En este oficio es siempre difícil, hay demasiados artistas y pseudoartistas pululando. En todo caso, gracias a Dios, me mantengo con dignidad desde el principio.
Estoy calentando en la banda.
El arte no es de nadie, no es una posesión. El arte es una aparición, hacia la cual no tenemos derechos ni obligaciones, simplemente aparece, a veces.